Muchas funciones corporales como la contracción y relajación muscular, la producción de energía, la función nerviosa, la actividad cardiaca, la regulación de la presión arterial, las interacciones hormonales, la inmunidad y la salud ósea dependen del magnesio. También interviene en la síntesis de proteínas, grasas y ácidos nucleicos.
Los deportistas pueden tener mayores necesidades de magnesio debido a un entrenamiento más intenso. El magnesio activa unas enzimas llamadas ATPasas, que son esenciales para la producción de adenosín trifosfato (ATP), la fuente de energía del organismo. Durante un ejercicio intenso o prolongado, el ATP debe sintetizarse rápidamente. La carencia de magnesio puede dificultar la producción de energía, lo que provoca fatiga, disminución de la potencia, contracciones musculares y calambres, que pueden obstaculizar el progreso deportivo.
Además de su papel en la producción de energía, el magnesio puede mejorar el rendimiento reduciendo la acumulación de ácido láctico y disminuyendo la percepción de fatiga durante el ejercicio extenuante, gracias a su acción sobre el sistema nervioso.
Dado que el magnesio se almacena principalmente en los huesos y que unos niveles adecuados son cruciales para la salud ósea, las deficiencias crónicas pueden tener efectos a largo plazo sobre la densidad mineral ósea. Los deportistas deben ser conscientes de esta relación, ya que estas carencias suelen ir acompañadas de otras deficiencias nutricionales y energéticas debidas a una ingesta nutricional insuficiente para satisfacer sus necesidades de entrenamiento.
La fatiga es un problema común para la mayoría de los deportistas durante el entrenamiento, y a menudo se atribuye a factores como los calambres musculares, el debilitamiento de la función inmunitaria, la alteración del ritmo cardíaco o incluso a estados de ánimo depresivos. Aunque estos síntomas tienen múltiples causas y requieren un enfoque holístico, también pueden estar relacionados con deficiencias nutricionales, incluido el magnesio.
Dado que el cuerpo no produce magnesio, debe ingerirse diariamente a través de los alimentos. Entre los alimentos ricos en magnesio se encuentran las espinacas, el cacao, las judías negras, el aguacate, las semillas de calabaza, las almendras y los cereales integrales. Sin embargo, muchas personas no consumen una cantidad suficiente de estos alimentos, lo que provoca carencias comunes. Corregir la deficiencia de magnesio puede proporcionar beneficios en el rendimiento de los deportistas. Sin embargo, los atletas que entrenan intensamente pueden perder cantidades significativas de magnesio a través del sudor y el aumento del metabolismo, por lo que es difícil satisfacer sus necesidades sólo con la dieta.
Los suplementos de magnesio se utilizan mucho en la comunidad deportiva, sobre todo para favorecer la relajación muscular, la recuperación y un sueño reparador. Estos efectos se deben probablemente a la influencia del magnesio sobre el sistema nervioso.
Además de una dieta inadecuada carente de diversos alimentos integrales frescos, que puede contribuir a las carencias, factores como los problemas gastrointestinales, el estrés físico, las enfermedades, ciertos medicamentos y los suplementos pueden afectar a la absorción del magnesio. Si se sospecha una carencia de magnesio, es aconsejable consultar a un médico o a un dietista deportivo cualificado para identificar otros posibles factores y determinar si es necesario consumir más alimentos ricos en magnesio o utilizar un suplemento de buena calidad.
Si decide tomar suplementos de magnesio, es aconsejable invertir en un producto de alta calidadt. Los suplementos de magnesio se presentan en diferentes compuestos inorgánicos y orgánicos, y su biodisponibilidad varía, lo que indica diferencias en la absorción y utilización por el organismo. La cantidad estándar recomendada es de unos 350-400 mg.